Flora y Fauna

La naturaleza es generosa en Torrente de Cinca, dado que aquí se conjugan diversos y bonitos paisajes que al buen observador le permitirán disfrutar de gran variedad de plantas y animales en su medio natural.

Acercándonos al soto descubriremos un exuberante bosque de ribera compuesto por árboles y arbustos formando líneas de vegetación según las necesidades de agua de cada especie. Los sauces suelen estar a primera línea del río y están bien adaptados para soportar las riadas. Abedules, álamos, chopos, son árboles de gran porte que pueden alcanzar hasta 30 metros de altura. Los cañares y carrizales forman grandes masas de vegetación a ras de suelo. Las bonitas espadañas crecen en los remansos del río.

Los sotos cumplen algunas importantes misiones: oxigenan el aire, filtran la contaminación y son una barrera natural para las riadas, además de ser el hábitat natural de miles de animales como insectos, invertebrados, peces, pequeños mamíferos y sobre todo gran cantidad de aves, enumeraremos algunas como los petirrojos, abubillas, jilgueros, verderones, tiroliros, martín pescador, garcillas, cormoranes, pollas de agua, patos… también las cigüeñas y los milanos negros bajan a buscar su alimento al río. En éste viven carpas, barbos, alburnos, madrillas, lucios y los enormes siluros, una seria amenaza para el resto de los peces, también hay cangrejos y ranas. Si andamos con cuidado tampoco nos será difícil ver algún erizo, o zorro, o incluso alguna jineta.

Si dejamos el soto y subimos al monte, tenemos que pasar antes por sierras y barrancos donde encontramos pequeños bosques de pino carrasco. Con ellos comparten vegetación carrascas, matas o lentiscos, genistas y enebros entre otros arbustos, y gran cantidad de plantas aromáticas de las cuales destacan el tomillo y el romero. La fauna de la sierra está compuesta por estorninos, urracas y otros córvidos, abejarucos, perdices, cernícalos, roedores, conejos.

Llegando al monte el paisaje cambia radicalmente; grandes llanuras con cultivos de secano, campos yermos y algunas almendreras de cultivo casi como único ejemplo de árbol. Genistas, coscojos, espinos, aliagas, sisallos crecen en los yermos y en las márgenes de los caminos. Al amparo de esta pobre vegetación viven ratones, culebras y lagartos que son el principal sustento del cernícalo, además de perdices y alguna liebre. Entre las aves cabe nombrar las churras, los alcaravanes y las rapaces nocturnas como las lechuzas y los mochuelos que viven en las en las derruidas construcciones de piedra y madera. No podemos olvidar los abundantes jabalíes y en los últimos tiempos la aparición de ciervos.

Si bien cualquier época del año es buena para el disfrute de la naturaleza, hay estaciones más aconsejables para cada actividad. Por ejemplo, para observar la sierra con todo el esplendor de las plantas en flor, es preferible la primavera. En verano, los animales del soto están en su máxima actividad. En otoño el bosque se viste de mil colores y, por qué renunciar a un bucólico paisaje invernal.